Outras Cores

quarta-feira, 2 de maio de 2012

‘El grito’ promete saltar hoy la banca de las subastas

Nueva York celebra a través de sus casas de pujas una maratón de ventas que se espera supere los 100 millones de euros

 
'El grito' de Evard Munch. / JASON SZENES (EFE)

La única versión de El grito de Edvard Munch en manos privadas, un dibujo preparatorio para la serie de Paul Cézanne Los jugadores de cartas e importantes obras de Mark Rothko, Francis Bacon o Andy Warhol protagonizan desde anoche la temporada de subastas de primavera en Nueva York.
La acuarela preparatoria de la serie de Cézanne, y el bodegón de Henri Matisse Las peonías alcanzaron anoche en la subasta de Christie´s en Nueva York un precio de 17 millones de dólares cada uno (más de 13 millones de euros). La pintura de Cézanne se redescubrió este año, tras haber permanecido en manos de un coleccionista de Texas desde 1953, y que se creía perdida. El boceto, realizado en tonos azules y ocres, "se hallaba meticulosamente preservado y marca un punto de inflexión en la carrera de Cézanne, ya que muestra el proceso artístico que seguía para posicionar a sus personajes, que utilizaría luego en sus obras maestras", precisó Brooke Lampley, directora de la venta en un comunicado de prensa.
La pieza de Pablo Picasso (1881-1973), Mujer sentada, un retrato de su amante Dora Maar, pintado durante la segunda Guerra Mundial, cuando ambos vivían juntos en París, y que está valorado en hasta 30 millones de dólares (22,6 millones de euros), terminó vendiéndose anoche por 4,6 millones de dólares. El resto de las ventas de Christie´s eran piezas de Alberto Giacometti (1901-1966), Salvador Dalí (1904-1989), Joan Miró (1893-1983), o Henry Moore (1898-1986). También hay una importante representación de cuadros surrealistas, entre los que sobresale Primavera necrofílica, del catalán Dalí, tasado en hasta 12 millones de dólares (9 millones de euros).

El hito de Munch

La versión del famoso cuadro de Munch, por la que la casa Sotheby’s espera alcanzar un precio por encima de los 80 millones de dólares (unos 60 millones de euros) que constituiría un auténtico hito en el mundo del arte, se distingue de las otras tres en que es la que tiene los colores más vivos, con el cielo dominado por el rojo-sangre, el amarillo y, en menor medida el azul. Es el único cuadro en el que uno de los dos personajes secundarios, al fondo a la izquierda del cuadro, está encorvado sobre sí mismo, como contemplando la ciudad al fondo.
Una acuarela, preparatorio de 'Los jugadores de cartas' de Paul Cézanne, vendida por 13 millones de euros. / ATLAS
Pintada en 1895, es la tercera de la serie de cuatro y la única cuyo marco original fue pintado por el artista con un poema en el que describe las circunstancias que le llevaron a pintarlo: “Estaba yo caminando por la carretera con dos amigos / a la puesta del sol – El cielo se tornó rojo sangre / Y sentí un aroma de melancolía – Me quedé parado / muerto de cansancio – por encima del negro-azulado / de las leguas de sangre y fuego del Fiordo y la Ciudad – Me quedé atrás / temblando de Ansiedad – y sentí el gran grito de la Naturaleza”.
Al igual que su contemporáneo Vincent van Gogh, el deseo de Edvard Munch era pintar una nueva forma de realidad enraizada en la experiencia psicológica, más que visual. “Es esa proyección del estado mental de Munch lo que le hizo tan innovador como artista: un paisaje de la mente cuyo impacto todavía se siente en el arte de hoy”, subrayan los expertos de Sotehby’s. “El Grito de Munch es la imagen definitoria de la modernidad”, afirmaba Simon Shaw, responsable de la sección de Impresionismo y Arte Modero de Sotheby’s Nueva York, durante la presentación de la obra en Londres el pasado 12 de abril. A juicio de su colega londinense, Philip Hook, El Grito “es un icono del arte” y la obra más importante jamás subastada en Sotheby’s.

El primer boceto

Se cree que la versión de El Grito pintada en 1893 y que está ahora depositada en el Munch Museum de Oslo es un primer boceto, un dibujo sobre madera, de la segunda versión, datada también ese año y que se exhibe en la Galería Nacional de Noruega. Es esa versión ya más definitiva que la que fue robada en 1994 de ese mismo museo, aprovechando la distracción que significaba la inauguración en ese momento de los Juegos Olímpicos de Invierno en Lillehammer. La obra fue recuperada ese mismo año.
El segundo robo afectó a la cuarta versión de El Grito, pintada en 1910, que fue sustraída del Munch Museum a punta de pistola en 2006 junto a otra obra, Madonna. Ambas fueron luego recuperadas y volvieron a exhibirse en 2008.
¿No tiene miedo Sotheby’s de que alguien quiera ahora robar la tercera versión, aprovechando que se exhibe casi por primera vez en público? “No. Hemos tomado nuestras precauciones”, responde con buen humor Philip Hook. El Grito nunca se ha visto antes en Reino Unido y solo se exhibió durante un breve periodo en Estados Unidos en los años setenta.
Quizás los expertos serían incapaces de ponerse de acuerdo sobre cuál de las cuatro versiones de El Grito tiene más valor, pero para Hook, la respuesta es muy fácil: “Esta, seguramente. Porque es la única que está en el mercado”, se ríe. Esta tercera versión es, desde hace setenta años, propiedad de la familia Olsen, armadores noruegos.

La familia Olsen

Thomas Olsen (1897-1969) fue amigo personal, patricio y protector de Edvard Munch, además de vecino y coleccionista de sus obras desde finales de los años veinte del siglo pasado. Olsen jugó un papel decisivo en la salvación de 74 de sus obras, que estaban condenadas al fuego después de que Hitler incluyera al pintor noruego en el catálogo de artistas que consideraba degenerados.
Ahora, su hijo Petter cree que ha llegado el momento de que El Grito abandone a los Olsen. “He vivido con esta obra toda mi vida y su poder y su energía han ido aumentando con el tiempo”, sostiene en los folletos de Sotheby’s. “Ahora, sin embargo, creo que ha llegado el momento de ofrecer al resto del mundo una oportunidad para ser su dueño y apreciar esta extraordinaria obra”. Pero ese placer no es gratis: puede costar más de 80 millones de dólares.

La primavera de las subastas

El 8 de mayo, Christie's celebrará una subasta de arte contemporáneo y de posguerra, con reseñables exponentes del expresionismo abstracto como Willem de Kooning (1904-1997), Barnett Newman (1905-1970), Jackson Pollock (1912-1956) o Mark Rothko (1903-1970), que podrían sumar los 100 millones de dólares (75,6 millones de euros). La pieza estrella es un lienzo pintado por Rothko en 1961, Naranja, rojo, amarillo, con un precio estimado de 45 millones de dólares (34 millones de euros).
Al día siguiente, Sotheby's pondrá a la venta obras maestras contemporáneas como un Elvis doble de Andy Warhol (1928-1987), valorado en hasta 50 millones de dólares (37,7 millones de euros). Así como Figura escribiendo reflejada en el espejo, de Francis Bacon (1909-1992) y valorada en hasta 40 millones (30,2 millones de euros), el mismo precio que podría alcanzar Chica durmiendo, de Roy Lichtenstein (1923-1997).
Por otra parte, la casa Phillips de Pury & Company subastará el 11 de mayo obras contemporáneas de Kooning, Jean-Michel Basquiat (1960-198), Warhol o Lichtenstein que podrían alcanzar hasta 110 millones de dólares (83,1 millones de euros).

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