Para 'viajar' no colorido

Camila Molina - O Estado de S.Paulo

Começa hoje a mostra de gravuras experimentais e artesanais do belga Pierre Alechinsky

15 de julho de 2010 | 0h 00

Descoberta do Ácido (Ato II), litografia de 1968 feita por Pierre Alechinski em Paris

A exposição de gravuras do belga Pierre Alechinsky, a ser inaugurada hoje para convidados e amanhã para o público no Instituto Tomie Ohtake, é uma aula sobre "aprender a ver". Desde 2003, essa mostra vem percorrendo países como Hungria, Polônia, Dinamarca, México e França.

Chega agora a São Paulo, reunindo uma centena de obras do artista, sempre identificado como um dos integrantes do grupo CoBrA (leia mais abaixo) junto de outros criadores de Copenhagen, Bruxelas e Amsterdã. Mas agora há a chance de ver também as litografias que Alechinsky criou depois de ter saído do grupo, realizadas durante décadas no Atelier Clot de Paris.

Pintor, gravador e autor de textos, Alechinsky, de 82 anos, se mudou de Bruxelas para a capital francesa nos anos 1950 após a dissolução do CoBrA. Já era interessado por litografia (modalidade de gravura feita a partir da pedra como matriz) desde o início de sua carreira. Mas foi no tradicional Atelier Clot de Peter Bramsen, com prensas seculares, amplos espaços e no qual passaram ainda criadores como Vuillard e Bonnard, que o belga deu continuidade à sua pesquisa gráfica. Ele praticou uma vertente colorida, artesanal, experimental (inclusão de colagens com documentos e mapas encontrados no mercado de pulgas), com referência à caligrafia japonesa. Sua figuração enigmática, à primeira vista, parece ser ingênua ou infantil, mas, na verdade, tem como força dar espaço a voos do insconsciente - característica herdada do CoBrA -, como define o curador francês Valère Bertrand.

Peter Bramsen, impressor, se tornou um parceiro de Alechinsky em suas litografias por anos, tanto que na entrada da mostra há ampliações de fotografias em preto e branco dos dois em ação (Alechinsky, de porte físico particular, em que prevalece sua calvície). Mas a mostra, com obras realizadas pelo artista entre 1963 e 2002, foi uma ideia de Christian Bramsen, filho de Peter, que viu no trabalho colaborativo de seu pai e do belga um manancial de produção. Sendo assim, convidou Bertrand a realizar a atual seleção das gravuras (há algumas xilogravuras também).

Jogo de amarelinha. Pelas obras do artista, "um dos melhores coloristas em litografia do mundo", define Bertrand, há criações de narrativas particulares que só parecem contar histórias, entretanto, "sem um fim, sem significado", afirma o curador. "Ele nunca está dizendo as coisas de forma direta", diz ainda Bertrand, caracterizando o artista como um anarquista-surrealista.

Nos interstícios das cores sedutoras e leves e dos signos por vezes simples, Alechinsky promove uma espécie de "jogo de amarelinha" nas suas obras, tão bem define o curador: entre o inferno e o paraíso, terra e céu, no movimento natural da vida tal o "leito do rio", o artista está sempre chamando a atenção para o fato de que um dia vamos sucumbir. "Fala da morte, mas não é negativo", diz Bertrand. A roda da fortuna, a menção ao carnaval, uma "natureza entrecidades", figuras híbridas estão sempre presentes nas composições.

Outra característica importante de muitas das gravuras de Alechinsky são as "margens modernas" que criou a partir dos anos 60: ao redor de uma imagem central, ele concebe narrativas, ampliando nossa capacidade de enxergar mais elementos nas obra

Cara a cara con el nuevo 'velázquez'

REPORTAJE

El museo de la Universidad de Yale muestra por primera vez el cuadro 'La educación de la Virgen' - "Si no es de él, estamos ante un maestro desconocido", dice el conservador Laurence B. Kanter

BARBARA CELIS - New Haven - 12/07/2010

Es alto, grande y espectacular, aunque en sus casi 400 años de vida haya sufrido los vaivenes de una existencia accidentada que ha dejado huellas precisas sobre su piel. Mutilaciones, cortes, golpes, agua, pero también áreas casi perfectas. La visita de EL PAÍS es su primer encuentro cara a cara con la prensa. Por eso, el museo Yale University Art Gallery ha decidido sacarlo de la oscuridad del almacén en el que ha vivido durante los últimos 70 años y presentarlo en privado en la cuarta planta de ese inquietante edificio diseñado por el gran Louis Kahn, que alberga los espacios principales del museo en New Haven (Connecticut).

Allí, en una sala de estudio silenciosa, rebosante de libros de arte, una niña de pómulos rosados mira de frente al visitante mientras una mujer con manto amarillo y un hombre de barba canosa, con un gato y un perro durmiendo a sus pies, intercambian miradas y la enseñan a leer. Son los protagonistas del lienzo de 168 - 136 centímetros La educación de la Virgen, cuya reciente atribución a la etapa sevillana de Velázquez, realizada por el conservador de arte europeo del Museo de Bellas Artes de San Diego, John Marciari, y defendida en un ensayo en la revista española Ars Magazine, ha provocado un sonado revuelo entre quienes se dedican al complejo arte de las atribuciones pictóricas.

Laurence B. Kanter, conservador jefe de pintura europea de la Yale University Art Gallery y jefe de Marciari hasta que este cambió de institución en 2008, es el hombre que vela por la salud y el futuro de una obra que muestra a santa Ana y a su marido Joaquín enseñando a leer a una Virgen aún niña. Kanter no tiene dudas sobre la autoría de este lienzo, que vivió desde los años cuarenta en el almacén de la Yale University Art Gallery bajo el epígrafe Pintura de la escuela española del siglo XVII y cuyo personaje central mira directo a los ojos del espectador, aunque ese sello tan velazqueño aún no haya sido corroborado por el Museo del Prado, la máxima autoridad en este campo. "El estudio de Marciari es una invitación abierta a los expertos de todo el planeta para que vengan a ver el cuadro y den su opinión. Hemos sido muy cuidadosos en la investigación precisamente porque sabemos la repercusión que puede tener la aparición de un nuevo velázquez, pero queremos que los expertos se pronuncien. Necesitamos ayuda. Primero para corroborar la autoría, aunque nosotros ya no tengamos dudas, pero queremos tener una opinión lo más sólida y unánime posible. Además, es especialmente importante estar de acuerdo para restaurar el cuadro, puesto que si es un velázquez los métodos de restauración difieren de los genéricos".

Kanter, con la pasión que caracteriza a aquellos afortunados que aman su trabajo -lleva más de tres décadas dedicado a estudiar la pintura europea de los siglos XIII a XVI, con especial énfasis en la pintura italiana-, explica con todo detalle los retos que se presentan para la restauración de esta joya que tendrá un espacio reservado en la ampliación del museo, que se abrirá en 2012. "El artista sevillano era excepcional. Pintaba utilizando diferentes capas de color y por tanto, en zonas como la del manto amarillo de santa Ana, muy deteriorado por sucesivas limpiezas mal hechas -es probable que el lienzo estuviera en un altar y el humo de las velas manchara el área y se limpiara una y otra vez, disolviendo capas de color-, la restauración será muy complicada".

Además, hay puntos en los que esas capas han desaparecido dejando al descubierto las intenciones del autor, como ese manto que pintó alrededor de la cabeza de la santa y del que después decidió borrar una parte que hoy vuelve a estar a la vista. "En ese caso, ¿qué habría que hacer? ¿Dejar el manto entero o pintar encima como hizo Velázquez? Ahí ya entramos en cuestiones éticas porque, aunque él tapó esa parte de ese manto, hoy al desnudo también lleva su firma. A veces lo difícil es decidir qué no hacer".

Kanter recorre de arriba abajo el lienzo indicando los puntos de "genialidad absoluta" del artista, como ese plato de cerámica "con ese volumen y esa luz tan realista de la izquierda", o esa silla en la que "unas pinceladas te hacen sentir la materia... Esa es la magia de Velázquez". Kanter fue el primero en fijarse en la categoría de este lienzo cuando al asumir su cargo en 2002 revisó todas las obras almacenadas en los sótanos de la Yale University Art Gallery y rescató varias de ellas "por su alta calidad" y con el objetivo de restaurarlas. "Así descubrimos también obras de Fra Angélico y Van Dyke a las que nadie le había prestado atención. Dos años después, Marciari comenzó a trabajar conmigo y se fijó en el cuadro. Fue él quien llegó a la conclusión de que podía ser un velázquez. Yo le apoyé, pero no estaba del todo convencido. Sin embargo, después de pasarme dos días en la exposición que la National Gallery de Londres le dedicó al artista en 2006, todas las dudas se volatilizaron. Ver reproducciones no sirve".

Ante la propuesta que algunos expertos han lanzado de celebrar un congreso para discutir la pieza, Kanter no se muestra muy convencido. "Lo importante no es que opine mucha gente, sino que opinen quienes realmente saben, que es muy diferente. Y son pocos". Pero asegura que, si el Museo del Prado considerara que lo mejor es llevarlo a Madrid y analizar la obra en el contexto de su colección, apoyaría la iniciativa. No obstante, ¿qué ocurriría si el Prado no corroborara la autoría? "Entonces tendrían que decirnos quién es el autor, porque no hay duda de que este es un cuadro de muchísima calidad, y si no es de Velázquez, estaríamos ante un nuevo maestro de nombre desconocido hasta ahora".

Cronología

- El óleo fue pintado durante los primeros años

de la carrera del pintor, en su época sevillana, en torno a 1617. Tiene similitudes

con La Inmaculada.

- La familia Townshend donó la obra a la Escuela

de Arte de Yale en 1925. Durante 70 años permaneció en un cuarto oscuro.

- El cuadro entró en el inventario de Yale en los años setenta con el número de registro 1.900.43, lo que aportó falsa información sobre su origen.

- En 2003, John Marciari contempla el cuadro por primera vez. En pocos meses se convence de que es

un auténtico velázquez.

REPORTAJE

Matisse, un radical en Nueva York

La restauración de 'Bañistas en el río' evoca su pasión por la experimentación

BARBARA CELIS - Nueva York - 14/07/2010

A veces restaurar un cuadro puede llevar a descubrir misterios soterrados bajo el lienzo de los que solo el propio autor era consciente y que permiten mirar hacia el artista desde una nueva perspectiva. Bajo la superficie del cuadro de Henri Matisse Bañistas en el río (1917), joya de la colección del Art Institute de Chicago, se escondían nueve años de trabajo en los que el pintor francés viajó de un lienzo lleno de color similar a los de su primera etapa a otro con connotaciones cubistas para finalmente terminarlo con una dosis de experimentación que culminaría en la obra que todos conocemos y que desde el próximo domingo corona la muestra Matisse, Radical invention 1913-1917, en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York.

Tras haberse mostrado previamente en el Art Institute de Chicago, esta exposición -compuesta por 110 obras- plantea una nueva forma de mirar hacia uno de los periodos clave en la cronología del artista. "El germen de la exposición está precisamente en el trabajo de restauración de Bañistas en el río. El Art Institute quería mostrar el lienzo en todo su esplendor y me llamaron como asesor. Al eliminar las capas de barniz y de antiguas restauraciones, y a través de rayos X y otras técnicas descubrimos líneas ocultas y colores más cercanos a su primera época que a la fecha en la que finalizó el cuadro. Entonces decidimos analizar otras 25 obras de este periodo y vimos que había similitudes. Así nació esta muestra, centrada en ese periodo tan especial de Matisse que hasta ahora no se había analizado en profundidad". Con su fuerte acento británico, el conservador jefe emérito de pintura y escultura del MoMA, John Elderfield, explica con pasión de erudito el viaje de cinco años junto a su colega Stephanie D'Alessandro, del museo de Chicago, y que ha culminado con esta exposición, ordenada cronológicamente y que arranca con un pequeño cuadro de Cézanne, Tres bañistas, adquirido por Matisse en 1899.

"Le intrigaba Cézanne, aunque nunca lo había entendido del todo. Pero cuando vio este cuadro se enamoró, aunque no podía pagarlo. Se acababa de casar y su mujer, que recibió un anillo de diamantes por la boda, decidió cambiar el anillo por el cuadro. Ese lienzo es la piedra angular para desarrollar una nueva forma de composición y trabajo con el color", asegura Elderfield. Así, en la primera sala se ven diversos trabajos inspirados en esa obra, entre ellos Bañistas con tortuga (1909), que inauguraría un periodo caracterizado por el continuo retorno a lienzos pintados previamente. "Los cambios no ocurren de la noche a la mañana, por eso hemos querido mostrar cómo se va a acercando a ellos", dice Elderfield. La primera entrega de la escultura La espalda I, también está fechada en 1909. Matisse realizaría cuatro versiones diferentes en los siguientes 20 años, utilizando siempre el molde de la anterior para arrancar.

Sus viajes a Marruecos provocarán un giro radical en las composiciones de este artista nacido en 1869 y al que su encuentro con otros paisajes hizo interesarse por las estructuras formales y dejar de lado su interés por el color. En 1913 pinta tres obras diferentes a todo lo hecho anteriormente: La ventana azul, Flores y plato de cerámica y Retrato de Madame Matisse. Retratos como Mujer italiana o el espectacular lienzo Los marroquíes, ambos de 1916, dejan constancia de los atrevimientos de este artista al que también marcó la frustración de no poder participar (por su edad) en la I Guerra Mundial. Lo escribió en 1916: "A veces me enferma pensar en todo lo que no estoy participando ni contribuyendo. Trabajo todo lo que puedo... No puedo decir que no luche, pero no es la lucha real".

História da Arte de Janson:

A História da Arte de H. W. Janson, um manual clássico utilizado por várias gerações de estudantes, apresenta a sua 7ª edição, revista e atualizada por uma equipe de especialistas de diferentes áreas. A obra, agora intitulada A Nova História da Arte de H. W. Janson, introduz novos dados da história de arte, e recorre a novas fontes documentais e a recentes abordagens interpretativas. As imagens foram melhoradas de modo a assegura a máxima fidelidade às obras originais, ao mesmo tempo que várias outras reproduções foram introduzidas. Apesar de circusncrever à arte ocidental, tal como a versão original, datada de 1962, contém um novo capítulo dedicado à arte islâmica e às relações desta com a arte ocidental. As linhas mestras que Janson definiu, com capítulos individuais consagrados ao Renascimento no Norte Europa, ao Renascimento Italiano, à arte do Barroco e ao Alto Renascimento, que apontam para as divisões estilísticas que caraterizam os períodos fundamentais da era moderna são mantidas. A nova versão parte contudo, de uma abordagem cronológica da história da arte, tendo em conta as circunstâncias históricas da produção artística e a função social da obra de arte. Foram introduzidas novas rubricas em cada capítulo: documentos históricos que enquadram a arte e os artistas no contexto de sua época, tabelas cronológicas, explicação das técnicas e processos usados pelos artistas e resumos que condensam os conceitos fundamentais de cada tema. Cada capítulo foi examinado e revisto por seis historiadores diferentes: Penelope J. E. Davies, Walter B. Denny, Frima Fox Hofrichter, Joseph Jacobs, Ann M. Roberts e David L. Simon. A Bibliografia foi atualizada por Mary Clare Altenhofen da Biblioteca de Belas-Artes da Universidade de Harvard. A versão portuguesa, editada pela Fundação Gubenkian/2009/Lisboa/Portugal , tem a versão científica de Fernando Antônio Baptista Pereira, com a colaboração de Maria João Albuquerque.

Francesco Albani

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Early years in Bologna

Born at 1572 Bologna, his father was a silk merchant who intended to instruct his son in the same trade; but by age twelve, Albani became an apprentice under the competent mannerist painter Denis Calvaert, where he met Guido Reni. Soon he followed Reni to the so-called "Academy" run by the Carracci family: Annibale, Agostino, and Ludovico. This studio fostered the careers of many painters of the Bolognese school, including Domenichino, Massari, Viola, Lanfranco, Giovanni Francesco Grimaldi, Pietro Faccini, Remigio Cantagallina, and Reni.

Mature work in Rome

Francesco Albani

In the year 1600, Albani moved to Rome to work in the fresco decoration of the gallery of the Palazzo Farnese, being completed by the studio of Annibale Carracci. Rome, under Clement VIII Aldobrandini (1592-1605) was exhibiting some degree of administrative stability and renewed artistic patronage. While pope Clement was born from a Florentine family residing in Urbino, his family was allied by marriage to the Emilia-Romagna and the Farnese, since Ranuccio I Farnese, Duke of Parma had married Margherita Aldobrandini. Parma, like Bologna, are part of the Region of Emilia-Romagna. Thus it was not surprise that Cardinal Odoarde Farnese, Ranuccio's brother, chose the Carraccis from Bologna for patronage, thereby establishing Bolognese predominance of Roman fresco painting for nearly two decades.

Albani became one of Annibale's most prominent apprentices. Using Annibale's designs and assisted by Lanfranco and Sisto Badalocchio, Albani completed frescoes for the San Diego Chapel in San Giacomo degli Spagnoli between 1602-1607. In 1606-7, Albani completed the frescoes in the Palazzo Mattei di Giove in Rome. He later completed two other frescoes in the same palace, also on the theme of Life of Joseph.

In 1609, he completed the ceiling of a large hall with Fall of Phaeton and Council of the Gods for the Palazzo Giustiniani (now Palazzo Odescalchi) at Bassano (di Sutri) Romano. This work was commissioned by the Marchese Vicenzo Giustiniani, famous for also being patron to Caravaggio.

During 1612-14, Albani completed the Choir frescoes at the newly remodeled (by Pietro da Cortona) church of Santa Maria della Pace. In 1616 he painted ceiling frescoes of Apollo and the Seasons at Palazzo Verospi in Via del Corso for the cardinal Fabrizio Verospi.

In later years, Albani developed a mutual, though respectful, rivalry with the more successful Guido Reni, who was also heavily patronized by the Aldobrandini, and under whom Albani had worked under at the chapel of the Palazzo del Quirinale.

Albani's best fresco masterpieces are those on mythological subjects. Among the best of his sacred subjects are a St Sebastian and an Assumption of the Virgin, both in the church of San Sebastiano fuori le Mura in Rome. He was among the Italian painters to devote himself to painting cabinet pictures. His mythological subjects include The Sleeping Venus, Diana in the Bath, Danaë Reclining, Galatea on the Sea, and Europa on the Bull. A rare etching, the Death of Dido, is attributed to him. Carlo Cignani, Andrea Sacchi, Francesco Mola, and Giovanni Francesco Grimaldi were some of his students. On the death of his wife he returned to Bologna, where he married a second time and resided till his death.

Legacy

Albani never acquired the monumentality or tenebrism that was quaking the contemporary world of painters, and in fact, is derided often for his lyric, cherubim-filled sweetness, which often has not yet shaken the mannerist elegance. While Albani's thematic would have appealed to Poussin, he lacked the Frenchman's muscular drama. His style sometimes appears to befit the decorative Rococo more than of his time.

Among the pupils of Albani were his brother Giovanni Battista Albani, and others including Giacinto Bellini, Girolamo Bonini, Giacinto Campagna, Antonio Catalani, Carlo Cignani, Giovanni Maria Galli, Filippo Menzani, Andrea Sacchi, Andrea Sghizzi, Giovanni Battista Speranza, Antonio Maria del Sole, Emilio Taruffi, and Francesco Vaccaro^[1].

Major works

• Frescoes in Hall of Aeneas -Palazzo Fava, Bologna
• Frescoes in Oratory of San Colombano - Bologna
• Frescoes in Hall of Aeneas (1601-1602) - Palazzo Doria Pamphilj, Rome
• Frescoes for San Giacomo degli Spagnoli (1602-1607) - Museo del Prado and in Museum of Barcelona
• Holy Family with Angels (1608-1610) - MFA, Boston
• Allegorical canvases of the seasons Spring,Summer,Fall and Winter (1616-1617) - Galleria Borghese, Rome
• Baptism of Christ (c. 1620) - Oil on canvas, 428.5 x 224.5 cm, Pinacoteca Nazionale di Bologna
• Diana and Actaeon (1625-1630) - Oil on wood transferred to canvas, 74,5 x 99,5 cm, Gemäldegalerie, Dresden
• Four Elements (1628-1630) - Pinacoteca, Turin
• Holy Family with Angels (1630-1635) - Oil on canvas, 57 x 43 cm, Palazzo Pitti, Florence
• Self-Portrait (c. 1630) - Oil on canvas, 75 x 59.5 cm, Pinacoteca Nazionale di Bologna
• Venus Attended by Nymphs and Cupids (1633) -Oil on canvas, 114 x 171 cm, Prado, Madrid)[1]
• Annunciation (1633) - Chiesa di S.Bartolomeo, Bologna
• The Annunciation - Oil on copper, 62 x 47 cm, Hermitage, St. Petersburg[2]
• Madonna with Child in Glory with Sts. Jerome and Francis (c. 1640) - oil on copper, 43.5 x 31.8 cm, Pinacoteca Nazionale di Bologna
• The Baptism of Christ (c. 1640) - Oil on canvas, 268 x 195 cm, Hermitage, St. Petersburg
• The Rape of Europa (c. 1640-1645) - Oil on canvas, 170 x 224 cm, Hermitage, St. Petersburg
• Annunciation (c. 1640-1645) - Oil on copper, 62 x 47 cm, Hermitage, St. Petersburg
• The Holy Women at Christ's Tomb (1640s-1650s) - Oil on canvas, 170 x 224 cm, Hermitage, St. Petersburg
• Danza degli amorini - Pinacoteca di Brera, Milan
• Tondo Borghese - Galleria Borghese, Rome
• Tasso's landscapes - Galleria Colonna, Rome
• 'Frescoes - Chiesa di Santa Maria di Galliera

Works at the Louvre, Paris

• • Acteon Metamorphosis into Hind
  • Adonis led by Cupids to Venus (1600)
  • Diana and Acteon and Venus and Adone
  • Apollo and Daphne
  • The Bath of Venus
  • Christ appears to Mary Magdalen
  • Rest of Venus
  • Holy Father and Archangel Gabriel
  • Venus disarms Cupids
  • Saint Francis of Assisi before Crucifix
  • Salmacis and Hermaphrodite
  • Nativity

References

• Wittkower, Rudolf (1993). Art and Architecture Italy, 1600-1750. Penguin Books, Pelican History of Art. pp. 78–80, 82–83.
• This article incorporates text from the Encyclopædia Britannica, Eleventh Edition, a publication now in the public domain. The article is available here.

Notes

1. ^ *Hobbes J.R. Page 3

External links

• Francesco Albani in the "History of Art"}

Adonis Led by Cupids to Venus.jpg

Autumn

Diana and Actaeon

Holy Family

Spring

Summer

The Annunciation

Venus Attended by Nymphs and Cupids

Winter

Ivan Constantinovich Aivazovsky

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Հովհաննես Կոստանդինի Այվազովսկի Ivan Konstantinovich Aivazovsky Иван Константинович Айвазовский
The portrait of Ivan Aivazovsky, by Aleksey Tyranov, 1847
Born	July 29, 1817(1817-07-29) Feodosiya, Crimea
Died	May 5, 1900 (aged 82) Feodosiya, Crimea
Nationality	Armenian
Field	Painting, Drawing
Movement	Romanticism

Ivan Konstantinovich Aivazovsky (Ukrainian: Іва́н Костянти́нович Айвазо́вський, Russian: Иван Константинович Айвазовский, Armenian: Հովհաննես Այվազովսկի - Hovhannes Aivasovsky, originally Aivazian) July 29, 1817 – May 5, 1900) was a painter of Armenian descent living and working Crimea, most famous for his seascapes, which constitute more than half of his paintings.

Life

Aivazovsky was born in the town of Feodosiya, Crimea (Russian Empire) to a poor Armenian family. His parents family name was Aivazian. Some of artist's paintings bear a signature, in Armenian letters, "Hovhannes Aivazian" (Հովհաննես Այվազյան). His talent as an artist earned him sponsorship and entry to the Simferopol gymnasium №1 and later the St.Petersburg Academy of Arts, from which he graduated with the gold medal. Earning awards for his early landscapes and seascapes, he went on to paint a series of portraits of Crimean coastal towns before traveling throughout Europe. In later life, his paintings of naval scenes earned him a longstanding commission from the Russian Navy.

In 1845, Aivazovsky went to Constantinople upon the invitation of Sultan Abdülmecid, a city he was to travel to eight times between 1845-1890. During his long sojourn in Constantinople, Aivazovsky was commissioned for a number of paintings as a court painter by the Ottoman Sultans Abdülmecid, Abdulaziz and Abdulhamid, 30 of which are currently on display in the Ottoman Imperial Palace, the Dolmabahce Museum and many others at various other museums in Turkey.

Success

Due to his long life in art, Aivazovsky became the most prolific Armenian painter of his time. He left over 6,000 works at his death in 1900. With funds earned during his successful career as an artist he opened an art school and gallery in his home town of Feodosiya.

As of 2006^[update], Aivazovsky's works have been auctioned for as much as $3,200,000, and his international reputation continues to grow. On June 14, 2007 his painting "American Shipping off the Rock of Gibraltar" sold for 2,710,000 pounds, "the highest price paid at auction for Aivazovsky".^[1] He is also said to be the most forged of all Armenian painters.

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Pieter Aertsen

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Apostles Peter and John by Pieter Aertsen (1575). Oil on wood, 55.5 × 76 cm. The Hermitage, St. Petersburg

Pieter Aertsen (1508 – 1575), called "Long Peter" because of his height, was a Dutch historical painter. He was born and died in Amsterdam, and painted there and in Antwerp, though his genre scenes were influential in Italy.

As a youth, he apprenticed with Allaert Claesz. He distinguished himself by painting domestic scenes in which he reproduced articles of furniture, cooking utensils, and so on, with marvellous fidelity. Later in life, he began documenting historical scenes. Several of his best works, including altarpieces in various churches, were destroyed in the Netherlands' religious wars.

An excellent specimen of his style is a painting of the Crucifixion,^[1] Aertsen was a member of Antwerp's equivalent of the Academy of St Luke. In the official books of the Academy he is known as "Langhe Peter, schilder" (Long Peter, painter). Three of his sons are acclaimed painters, and his other pupils included Giovanni Stradano and Aertsen's nephew, Joachim Beuckelaer.

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Butcher's Stall

Christ and the Adulteress

Cook in front of the Stove

Market Scene 1

Market Scene 2

Market Scene 3



Market Scene 4

Market Woman with Vegetable Stal

Peasants by the Hearth




Still-Life

The Egg Dance

Vendor of Fowl

Willem van Aelst

Willem van Aelst (May 16, 1627, Delft - in or after 1683, Amsterdam) was a Dutch artist who specialized in still-life painting with flowers or game.

Van Aelst was born to a family of prominent city magistrates. He learned to paint from his uncle, the still-life painter Evert van Aelst. On 9 November 1643 he enrolled as a master of the Guild of Saint Luke at Delft.

Between 1645 and 1649 he lived in France. In 1649 Van Aelst travelled to Florence, where he served as court painter to Ferdinand II de Medici, grand duke of Tuscany. At this time, the grand duke also employed two fellow Dutchmen Matthias Withoos and Otto Marseus van Schrieck, the latter also a still-life painter who probably influenced Van Aelst's style.

In 1656 he returned to the Netherlands to settle permanently in Amsterdam. He became one of the most prominent still-life painters of his generation, which allowed him to live on the Prinsengracht. He must have died in 1683 or shortly thereafter, as his latest dated work is from that year. Van Aelst taught Rachel Ruysch and several others.

External links

• Website on Willem van Aelst in Delft

A Still Life of Grapes.

Hunting Still-Life

Still-Life of Dead Birds and Hunting Weapons

Still-Life with Hunting Equipment and Dead Birds

Vase of Flowers with Watch

Andreas Achenbach:

Andreas Achenbach (September 29, 1815 – April 1, 1910) was a German landscape painter.

Born at Kassel, he began his art education in 1827 in Düsseldorf under Friedrich Wilhelm Schadow at the Düsseldorf Academy of Painting. He studied at St Petersburg and travelled in Italy, Holland and Scandinavia.^[1] In his early work he followed the pseudo-idealism of the German romantic school, but on removing to Munich in 1835, the stronger influence of Louis Gurlitt turned his talent into new channels, and he became the founder of the German realistic school. Although his landscapes evince too much of his aim at picture-making and lack personal temperament, he is a master of technique, and is historically important as a reformer. The Chambers Biographical Dictionary says of him that "he was regarded as the father of 19th century German landscape painting."

A number of his finest works are to be found at the Berlin National Gallery, the New Pinakothek in Munich, and the galleries at Dresden, Darmstadt, Cologne, Düsseldorf, Leipzig and Hamburg.

He died in Düsseldorf.

His brother, Oswald Achenbach (1827-1905), was also a painter.

A Fishing Boat Caught In A Squall Off A Jetty

Bringing in the Catch

Don Quixote and Sancho Panza

Fishing Along the Shore

Morning In The Potinian Marches

Return To Harbour In Rough Seas