'Bodegón con flores oreja de ratón y rosas' tiene debajo otra obra del pintor holandés
Isabel Ferrer La Haya 19 MAR 2012 - 21:59 CET
La obra pictórica de Vincent van Gogh tiene desde ahora un nuevo lienzo en su lista. Se titula Bodegón con flores oreja de ratón y rosas y está pintado encima de otro cuadro, que presenta a dos hombres practicando lucha libre. El artista los retrató en 1886 durante su estancia en la Escuela de Bellas Artes de Amberes (Bélgica). Una vez en París, decidió pintar encima las flores. Lo hizo directamente y sin tapar antes a los luchadores. Los historiadores descubrieron en 1998 que los atletas, descritos por Vincent a su hermano, Theo, en una carta, estaban debajo del bodegón. Sin embargo, la firma solo ha podido atribuirse ahora gracias a la ayuda de un análisis químico a base de rayos X fluorescentes. La misma técnica fue utilizada en 2011 para descubrir un cuadro de Goya que estaba pintado debajo del Retrato de Don Ramón Satué (1823). En ambos trabajos han colaborado expertos de Holanda, Bélgica y Alemania.
El museo Kröller-Muller se encuentra en el centro de Holanda en medio de un parque nacional. Allí se guarda la segunda colección más importante del país de cuadros y dibujos de Van Gogh. El bodegón ahora rescatado mide un metro por ochenta centímetros, un tamaño grande y poco frecuente en la producción del artista. Antes de descubrirse a los luchadores de debajo, los expertos pensaban que un lienzo tan abigarrado no correspondía al holandés. Los nuevos rayos X fluorescentes, dirigidos con ayuda de un escáner que se introduce en las capas del óleo, han demostrado que el pintor no tapó ni preparó la tela para pintar de nuevo sobre ella. Como tenía que cubrir a los luchadores, llenó todos los rincones del cuadro de pintura.
Bodegón con flores oreja de ratón y rosas estuvo en varias colecciones particulares hasta que el museo lo adquirió en 1974. Entonces fue calificado de “excepcional, curioso, académico e inundado de flores”. En 2003, el catálogo oficial no lo incluyó entre las obras de Van Gogh, pero se mantuvo en la colección. El nuevo escáner (su nombre técnico es Macro Scanning X Ray Fluorescence Spectometry) ha permitido observar con detalle la media desnudez de los luchadores. Un detalle propio de los modelos utilizados en Amberes. En otras academias de Arte posaban desnudos. “Hemos comprobado sin dudas ya, que la técnica y pinceladas son propias de Van Gogh. Los colores, los que usaba en su paleta en aquellos momentos”, ha asegurado el museo en la presentación del cuadro.
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